¿Qué es el tapial en la construcción?
¿Habías escuchado hablar de este material, sabes qué es el tapial en la construcción? Te contamos un poco más sobre esta técnica sostenible con el medio ambiente.
La construcción sostenible es aquella que procura la reducción de los impactos ambientales generados por los procesos de construcción e incluso en sus procesos habitacionales.
Es por eso que vale la pena a voltear la vista hacia el tapial, una técnica que consiste en la construcción de muros con tierra arcillosa, compactada a golpes a través de un encofrado deslizando para contenerla y compactarla.
Esta técnica arquitectónica tradicional ha destacado a través de la historia por su dureza y su estabilidad. Ha sido muy utilizada en regiones con poca piedra de sillería, como España o el norte de África.
Algunos ejemplos de este tipo de arquitectura son gran parte de la Alhambra de Granada, la Gran Muralla China, y otras famosas de adobe y tapial de Irán, Yemen o Marruecos.
¿Cómo funciona?
El encofrado es usualmente de madera y en el proceso de construcción se van colocando dos partes de madera paralelas entre las que se vierte tierra en tandas de diez o quince centímetros y se compacta con una aplanadora.
Después se coloca el revestimiento en otra posición para seguir con el muro. La tierra compactada se deja secar al sol y una vez que el tapial queda levantado, las ventanas y puertas se abren a cincel.
Las construcciones elaboradas con esta técnica alcanzan hasta tres plantas y con espesores de muros de hasta cincuenta centímetros.
Algunas veces se le añaden aditivos como paja o cerdas de caballo para darle mayor estabilidad, e incluso piedras o palos al interior de los muros para hacerlo aún más fuerte y resistente manteniendo la elasticidad de la construcción sin añadir peso.
El tapial, por su material áspero, suele absorber el agua, por lo que se recomienda disponerlo sobre un sostén o base de piedra para evitar la degradación en esa zona.
¿Cuáles son las ventajas del tapial en la construcción?
Económico y ecológico, pues usualmente se extrae la tierra cruda del lugar de la zona, con lo que se descartan costos de adquisición, además de reducir la huella de carbono al no requerir transportación de materiales. No precisa transformación ni requiere gasto de energía.
Excelente aislamiento acústico, gracias a su acabado rugoso que mejora la absorción acústica.
Óptimo comportamiento térmico debido a un índice bajo de conductividad calórica.
A prueba de fuego, una característica que toda construcción debería buscar debido a las altas temperaturas del planeta que hemos alcanzado.
Alta resistencia al impacto, ideal para la arquitectura militar e incluso la construcción de murallas.
Aísla las radiaciones electromagnéticas pues la tierra cruda retrae las ondas electromagnéticas de alta frecuencia y por consecuencia, los posibles efectos negativos sobre el organismo humano.
Equilibrio ideal de intercambio de humedad interior-exterior, proporciona un interior benéfico para la salud que favorece el estado de confort interior de la vivienda.
La utilización de materiales locales poco manufacturadas facilita la reducción de emisión de dióxido de carbono, reduce la dependencia energética y material del exterior, recupera los sistemas constructivos tradicionales que se basan en el manejo de los recursos que existen en el medio. De esta forma es posible construir a costos reducidos que todos persiguen.
En la actualidad no es un material muy utilizado, pero en el pasado fue un sistema de construcción difundido en zonas con poco material pétreo.