China construye un hospital en 10 días por el coronavirus
A raíz de la propagación del mortal virus originado en la provincia china de Wuhan que hasta la fecha ha cobrado más de 360 vidas humanas, China construyó un hospital en 10 días para tratar el coronavirus. El Huoshenshan, nombre que lleva dicho hotel, comenzó a recibir pacientes a partir de este 3 de febrero.
Sus instalaciones cuentan con un área de 25 mil metros cuadrados para alojar entre 700 y mil camas para pacientes, mientras que por su lado, el centro sanitario Leishenshan amplió su capacidad a mil 600 camas.
La rapidez del proyecto asombra a todo el mundo, pero además hace relucir preguntas en relación a la construcción tan veloz y sin precedentes.
¿Cómo es posible este proyecto? Miles de trabajadores trabajan, repartidos en dos turnos las 24 horas del día para terminar a tiempo el hospital, además de la mano de obra, apunta a la BBC Yanzhong Huang, investigador para la salud mundial en el Consejo de Asuntos Exteriores que «China tiene un historial para hacer las cosas rápido, incluso para proyectos monumentales. China es un país autoritario que se basa en el enfoque de movilización de arriba hacia abajo y puede superar la naturaleza burocrática y limitaciones financieras y ser capaz de movilizar todos los recursos».
«El trabajo de ingeniería es en lo que China es bueno. Tienen registros de la construcción de los rascacielos a gran velocidad», comenta añadiendo que este es un hecho claramente difícil de imaginar para los occidentales.
Construcción modular
Además de la velocidad y los recursos necesarios, es importante recalcar que para este proyecto en donde se atiende a personas que deben ser tratadas de manera muy especial y aisladas para evitar mayores contagios, se utilizaron bloques prefabricados que fungen como piezas que se ensamblan tal y como lo harían piezas de un juego de Lego, con lo cual se agiliza mucho en tiempos.
Esta tecnología se conoce como ‘construcción modular’, la cual se empleó anteriormente para la construcción del Hospital Xiaotangshan en Pekín, que se logró hacer en tan sólo siete días debido al brote del SARS de 2003, el hotel T30 en 2012 —un rascacielos de 30 pisos en la ciudad de Changsha en 15 días— y el edificio Mini Sky City de 57 pisos, construido en 19 días en la misma ciudad china.
Sin embargo, la construcción modular no sólo se ha utilizado en China, sino en otros países en donde se requiere actuar urgentemente. «La tecnología existe y se está usando, su avance es probablemente el futuro de la asistencia sanitaria rápidamente desplegable», comenta Scott Rawlings, director de asistencia sanitaria en la empresa de arquitectura, diseño de interiores e ingeniería HOK (EUA). El Departamento de Defensa de Estados Unidos también es apto para construir hospitales para el tratamiento de pacientes de emergencia prácticamente en el país o provincia donde se requiera.
«Están muy abiertos a nuevas tecnologías y cambios tecnológicos y este enfoque es realmente diferente al mundo occidental en cierto modo», Thorsten Helbig, ingeniero estructural y cofundador de la compañía Knippers Helbig.
No cabe duda que las nuevas tecnologías son esenciales no solamente para el crecimiento económico social de las naciones, sino para atender de manera eficaz y rápida ante emergencias como este virus que se propaga sin control.
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