5 ventajas de los edificios inteligentes que debes conocer
El mundo se mueve a gran velocidad y la adaptabilidad del ser humano en un entorno cada vez más moderno ha tenido resultados muy positivos. El espacio y los inmuebles que habitamos apuntan a dicha modernidad. Te contamos cuáles son las ventajas de los edificios inteligentes.
Los edificios tradicionales, en la mayoría de los países, consumen al menos el 40% de la energía consumida, además, el 90% de las emisiones de dióxido de carbono de dichos inmuebles tienen lugar después de su construcción, es decir, durante la etapa operativa, debido a factores como el aire acondicionado, la calefacción, la ventilación, los sistemas eléctricos o la iluminación. Esto de acuerdo a datos de la firma Generac.
De acuerdo con el Consejo Americano para una Economía Eficiente de Energía (ACEEE), «los edificios comerciales podrían ahorrar hasta 60 mil 000 millones de dólares si las inversiones en eficiencia energética se incrementaran tan sólo de 1 a 4%».
Ventajas de los edificios inteligentes
*Ahorro energético
Una de las tendencias en el ahorro energético es la automatización. Esto ha impulsado el desarrollo de muchos edificios inteligentes, los cuales son capaces de economizar energía, aprovechar recursos tecnológicos en su grado máximo, colaborar con el desarrollo sostenible; así como de utilizar la tecnología de la información para optimizar sus características.
*Desarrollo sostenible
Por otro lado, la construcción de edificios inteligentes es una tendencia a nivel mundial en relación a la creciente concientización ambiental y la priorización del desarrollo sostenible. Ahorrar agua y electricidad es mucho más fácil cuando se logra la automatización de los sistemas, ambos servicios básicos que en definitiva pueden ser obtenidos de una forma más ecológicas.
*Edificios que producen y consumen
Los inmuebles inteligentes son posibles gracias al avance tecnológico en el aspecto energético, el cual tiene un potencial enorme para acelerar la transición de un sistema energético centralizado a una red descentralizada. En este aspecto, los edificios son productores y consumidores, e incluso tienen la capacidad de “elegir” cuándo es momento de ejecutar dichas tareas.
Para que un edificio sea considerado como tal, es esencial que este sea capaz de racionalizar los recursos, principalmente la energía. Al usar menor energía, se constituye un sistema con eficiencia energética.
Por eso es esencial que un edificio inteligente o smart, sea capaz de respaldar energía, esto con el propósito de una correcta automatización de los servicios que la precisen en sus instalaciones; esto pensado en caso de que ocurra algún fallo en el suministro eléctrico.
*Data automatizada
De esa forma, los edificios de este tipo pueden explotar o analizar la información disponible.
Los sistemas automatizados y la cantidad de data que se puede obtener es muy grande, sin embargo, es prácticamente imposible de analizar, monitorear y controlar en su totalidad, a diferencia de lo que un sistema de analítica de información.
*Auditorías más eficientes
Los sistemas y tecnologías en edificios inteligentes permiten monitorizar todos los parámetros de energía en tiempo real, lo que permite tener un control móvil del edificio y acceso seguro a la información y administración remota del sistema desde cualquier lugar.
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Por supuesto, todas estas ventajas implican una mejora en el medio ambiente, por el reemplazamiento de sistemas eléctricos y energéticos que emiten dióxido de carbono, así como una experiencia más cómoda para sus usuarios, una finalidad clara de la arquitectura.
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